La semana del 3 al 7 de febrero, participé junto con compañeros de otros centros educativos en la segunda semana de formación del curso FUNCIÓN DIRECTIVA organizada por la Conferencia Marista Española en la casa de Xaudaró.
A diferencia de la primera semana a la que acudí con cierta inquietud y temor al desconocer el funcionamiento de la formación, a esta segunda semana llegué con alegría por encontrarme con el equipo de compañeros tan maravillosos, con los que compartí la primera semana de formación en octubre.
El ambiente de compañerismo, complicidad, empatía, y alegría que se da en la formación hace que la jornada diaria transcurra muy rápida. Las experiencias que vivimos en los diferentes centros educativos de las provincias son compartidas con total naturalidad entre todos los participantes del grupo y con los formadores de las diferentes materias, con lo que la formación se ve enriquecida por estas aportaciones mucho más.
Como la primera semana, hemos contado con gran variedad de módulos formativos dirigiéndonos siempre hacia el fomento del liderazgo en nuestros equipos de trabajo, de la gestión del tiempo, de los derechos de la infancia, de la resolución de conflictos y convivencia en los centros educativos sin olvidar nunca nuestra identidad cristiana Marista. Todos los centros necesitamos llevar un control de nuestras cuentas y en esta semana hemos tratado igualmente el tema de otras fuentes de financiación tan necesarias para la sostenibilidad y el crecimiento de nuestros colegios.
Todos estos módulos son impartidos por grandes profesionales que ponen toda su experiencia a nuestra disposición compartiendo con nosotros situaciones reales que se dan en los centros educativos diariamente.
Aunque trabajamos intensamente durante las clases, el cuidado que recibimos por parte de todo el personal de la casa, hermanos y laicos, es inmejorable. Se cuidan mucho los momentos de descansos a veces tan necesarios entre las formaciones. Estos momentos son de encuentro entre los diferentes ponentes y nosotros, ya que hablamos distendidamente de las materias impartidas o cualquier otra que se crea conveniente matizar personalmente, en los momentos del café o la comida.
Esta atención tan personal se percibe igualmente cuando el miércoles después de la formación matinal y tras la comida, se realiza una maravillosa excursión cultural por el centro de Madrid y culmina con una obra de teatro y una cena. Estos momentos nos sirven para estrechar aún más nuestras relaciones personales y aunar todavía más nuestros lazos personales.
De todas estas dos semanas formativas me llevo una sensación de gratitud por la relación directa y personal con los compañeros de las diferentes provincias, unos conocimientos muy necesarios para llevarlos a práctica en el día a día de nuestros centros y sobre todo el saber que estoy en el sitio que me gusta estar con este potencial humano Marista.
Carmen Acuña López. Centro Maristak San José. Durango (Vizcaya). Prov. Ibérica