“Los Maristas estamos viviendo un cambio de cultura institucional que nos lleva a trabajar sin pausa en el proceso de prevención y protección de los derechos de niños y jóvenes desde todos los niveles de nuestras obras educativas. Estamos inmersos en un proceso de co-creación de la cultura del safeguarding desde el trabajo en red, y teniendo presente que los derechos de niños y jóvenes son uno de los pilares esenciales de nuestra misión”.
Esta fue la esencia de la ponencia que Raimon Novell, coordinador del Equipo de Protección a la Infancia de Maristas Catalunya, ofreció en la cumbre internacional de Keeping Children Safe, que se celebró entre los días 8 y 11 de noviembre de forma telemática.
Los Maristas explicamos que el cambio de cultura en nuestra institución se centra en considerar a los niños y jóvenes como sujetos de derechos, no objetos que hay que proteger. Los niños, niñas y adolescentes son protagonistas de su crecimiento y de su proyecto vital. Son personas con sus ideas y perspectivas, con opiniones, con derechos sociales, civiles y políticos. Y participan del cambio y contribuyen. Su empoderamiento tiene que ser un paso más en el proceso de creación de la política de safeguarding.
Este cambio de cultura nos empuja a trabajar en red; en red propia marista y en red con otras instituciones y entidades del entorno con quien compartimos objetivos. En el ámbito marista, por un lado, red europea y red internacional, puesto que nuestra institución es presente en 81 países del mundo. Y por otro lado, en el ámbito local, en todas las escuelas y obras sociales, con formación de profesionales y con el trabajo de materiales sobre protección para los niños de 3 a 18 años.
Más allá del ámbito marista, trabajamos con otras entidades, organizaciones e instituciones, públicas y privadas, de las cuales esperamos poder aprender y también poderlas enriquecer con nuestra experiencia: algunos ejemplos son KCS, lo Agencia de Normalización Española (UNE), UNICEF, EDUCO, PORTICUS IBERIA, entidades que también trabajan por co-crear la manera de cambiar la cultura de las organizaciones católicas.
El compromiso institucional marista (expresado en el Capítulo general de Medellín, 2017) está en sintonía con el compromiso de la iglesia católica. Damos respuesta a las cuatro transformaciones que pide el Papa en la Carta en el pueblo (2018): respetar los derechos de los niños; pasar de proteger la credibilidad y reputación de la institución a tratar las denuncias de abuso con responsabilidad y transparencia; posar las víctimas en el centro y comprometernos con la generación de entornos seguros tanto desde el punto de vista emocional, psicológico como físico.
Como grandes conclusiones, expresamos que el cambio de cultura pasa para considerar los niños y jóvenes como sujetos de derechos y participantes de la política del safeguarding. Estamos alineados con los estándares internacionales en materia de protección y lo expresamos en un compromiso institucional firme. Trabajamos en red, cuanto mayor mejor, por co-crear la cultura de safeguarding, teniendo presente que las víctimas siempre son el centro. Este proceso comporta un cambio de estilo y de las antiguas prácticas, un cambio de actitud y hacer una mirada crítica hacia nuestra cultura organizativa para entender qué pasa a nuestra institución y trabajar de manera proactiva para ofrecer un entorno mejor que el del pasado.
Aquí podéis ver la ponencia íntegra de la participación de Maristas en la cumbre internacional de Keeping Children Safe.