Aún recuerdo el día que el Equipo Directivo de mi colegio me comentó que tenía que asistir al curso de Administradores en la casa Xaudaró en Madrid. Fue todo un maremágnum de distintas sensaciones, nervios, alegría, agradecimiento, miedos, etc. Hoy, después de haber realizado la formación, sólo tengo palabras de gratitud a todas las personas que han hecho posible el poder compartir la semana tan intensa con gente tan maravillosa, cercana y amable.