Comenzaba la aventura el lunes, 21 de enero de 2019, a las 04.45 horas. Preludio de una semana intensa e interesante.
Con cierto temor e inseguridad me dirigía a Valladolid, dispuesta a aprovechar las horas de formación que, según otros compañeros del cole, habían sido muy enriquecedoras.
El primer contacto, las primeras palabras a mi llegada ya fueron cálidas.
Mientras me situaba en la habitación (impecable, por cierto,) todavía bullían en mí esos nervios tan habituales ante lo desconocido.